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La Tejuelería en la región de Aysén ingresa al Inventario de Patrimonio Inmaterial

Patrimonio inmaterial

La Tejuelería en la región de Aysén ingresa al Inventario de Patrimonio Inmaterial

Publicado el 11/01/2022
Tejuelería en la región de Aysén
Los nuevos ingresos al Inventario fueron aprobados en las últimas sesiones del Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. El Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial, a diferencia del Registro de Patrimonio Inmaterial, es un instrumento de gestión que tiene por objetivo organizar y conducir nuevas acciones de salvaguardia para los elementos de patrimonio cultural inmaterial, en base a un diagnóstico actualizado realizado participativamente con la comunidad cultora., teniendo información sobre fortalezas, problemáticas, riesgos, amenazas para su continuidad y viabilidad.

El Circo Tradicional en ChileKimün trarikanmakuñ Wallmapu (técnicas, prácticas y conocimientos del teñido por reserva de la manta de longko en las regiones del Biobío y La Araucanía), la Tejuelería en la región de Aysén, las Loceras de Pilén en la región del Maule y la Carpintería de Ribera en la región de Magallanes son los nuevos ingresos al Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile.

La decisión fue ratificada en las últimas sesiones ordinarias del Consejo Nacional de la Cultura, las Artes y el Patrimonio, instancia que asesora a la autoridad cultural.

La Tejuelería en la región de Aysén, en tanto, corresponde a las técnicas y conocimientos para la elaboración de tejuelas labradas, en vínculo con especies arbóreas del territorio sur austral como el Ciprés de las Guaitecas y la Lenga, cuyo ejercicio se expresa como un oficio tradicional que requiere de especialización, siendo desarrollado por personas que son reconocidas en las localidades donde habitan como “tejueleros” o “tejueleras”.

La práctica conecta con procesos históricos de poblamiento y arraigo en el territorio, así como con un habitar característico de quienes fueron “entejuelando” viviendas y espacios comunitarios como parte de las estrategias de adaptación al entorno.  Los/as cultores/as, manejan con maestría los distintos eslabones del proceso productivo–preproducción, producción y postproducción- junto con conocimientos ecosistémicos relacionados con la realización de trayectos en cursos de agua y bosques; la elección de los árboles idóneos por reconocimiento visual y auditivo; el volteo, trozado y metaneo de los ejemplares escogidos; y la posterior extracción y labrado de las tejuelas, muchas veces en los mismos bosques. Esto último es crucial, pues es allí que “emergen” las tejuelas, desplegando un procedimiento manual que requiere de precisión, y que asegura una calidad muy superior a la tejuela elaborada con ayuda de máquinas aserradoras.

La noticia completa, incluyendo la descripción de los otros cuatro saberes tradicionales incorporados, la pueden consultar aqui.